Ciudad de México.- El verano en México es mucho más que una temporada de descanso: es la oportunidad perfecta para reconectar con la naturaleza, disfrutar del buen clima en gran parte del país y crear memorias en nuevos entornos. Ya sea en playas escondidas, montañas frescas o paisajes selváticos, el verano invita al viajero a vivir experiencias auténticas al aire libre.
De acuerdo con datos recientes de Airbnb, los viajes en grupo marcan la pauta este verano: el 61% de las reservaciones en México corresponde a grupos de amigos o familias que buscan compartir experiencias memorables. Le siguen los viajes en pareja (28%) y, en menor medida, los viajes en solitario (12%). La mayoría de estos viajeros tiene entre 30 y 39 años, lo que sitúa a los millennials como protagonistas de la temporada, una generación conocida por priorizar las experiencias significativas al momento de viajar.
Y si de experiencias significativas se trata, pocas superan el impacto de estar frente a una cascada en medio de la naturaleza. Desde el norte hasta el sur del país, estos espectaculares escenarios naturales se han convertido en el destino perfecto para quienes buscan aventura, descanso y belleza en estado puro.
A continuación, te compartimos cinco opciones de cascadas para visitar en el verano:
Cola de Caballo en Monterrey, Nuevo León
Ubicada a solo 40 km de Monterrey, dentro del Parque Ecoturístico Villa de Santiago, esta cascada de 25 metros de altura es famosa por la forma en que sus aguas caen, asemejándose a una cola de caballo. El entorno ofrece actividades como tirolesa, paseo a caballo, picnic y senderismo, lo que la convierte en un sitio ideal para grupos de amigos o familias que buscan naturaleza y adrenalina a corta distancia de la ciudad de Monterrey.
Hospedarse en el Pueblo Mágico de Santiago, en una cabaña o alojamiento con encanto a los pies de la montaña, no solo permite un fácil acceso a la cascada, sino que invita a sumergirse en el entorno natural, cultural y gastronómico de este especial destino.
Cascada de Tamul en la Huasteca Potosina, San Luis Potosí
Considerada una de las más impresionantes de México, esta caída de agua mide aproximadamente 105 metros de altura y puede alcanzar hasta 300 metros de ancho durante la temporada de lluvias. Se accede desde el municipio de Aquismón en una travesía en lancha por el río Santa María, también llamado Tampaón. Es perfecta para quienes buscan combinar paisajes impactantes con actividades como rappel, natación o una visita a la misteriosa Cueva del Agua.
Una excelente opción para hospedarse es Ciudad Valles, ubicada a tan solo una hora en auto de la cascada. Su cercanía con la Sierra del Abra y con varios municipios de la Huasteca la convierte en un punto estratégico para explorar esta región de vibrante y rica naturaleza.
Cascadas de Minas Viejas en El Naranjo, San Luis Potosí
También en la Huasteca, este conjunto de cascadas alcanza caídas de hasta 50 metros que desembocan en pozas color turquesa, rodeadas de vegetación exuberante. Es un escenario ideal para nadar, acampar, hacer senderismo o practicar rappel en un entorno natural que parece sacado de una postal. Ciudad Valles, a poca distancia, sigue siendo el punto estratégico para explorar la región y ofrece una amplia variedad de alojamientos perfectos para disfrutar en familia o con amigos.
Salto de Eyipantla en Los Tuxtlas, Veracruz
Alimentado por el río Grande de Catemaco, este salto de agua alcanza los 50 metros de altura y entre 40 y 60 metros de ancho. El entorno selvático lo vuelve especialmente fotogénico y cargado de mitología: se dice que aquí habitaba Tláloc, dios mexica de la lluvia. La zona también es reconocida por su biodiversidad, lo que la convierte en un destino ideal para quienes buscan desconectar y sumergirse en la naturaleza. Hospedarse en una cabaña rodeada de selva tropical es una de las mejores formas de vivir la experiencia de manera íntima y envolvente.
Hierve el Agua en San Lorenzo Albarradas, Oaxaca
Aunque no es una cascada en el sentido tradicional, este fenómeno natural sorprende por su belleza y rareza geológica: formaciones de roca petrificadas que simulan cascadas, acompañadas por pozas naturales de agua color turquesa en el borde de un acantilado. Para visitarla, la mejor opción es hospedarse en el centro de la ciudad de Oaxaca, ubicada a solo 70 kilómetros de distancia, la cual ofrece una rápida conexión a esta maravilla natural de México.
Este verano, deja que la belleza de la naturaleza diseñe tu próximo viaje. Ya sea para explorar nuevas rutas, vivir aventuras en grupo o simplemente descansar en paisajes de ensueño, en airbnb.com puedes encontrar una amplia variedad de alojamientos únicos cerca de estos y otros destinos naturales.
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