Cotija, Michoacán.– Enclavado entre montañas, ríos cristalinos y bosques frondosos, Cotija de la Paz se ha convertido en el nuevo imán turístico de Michoacán desde que fue nombrado Pueblo Mágico el 26 de junio de 2023.
Este destino combina la riqueza natural con una arquitectura colonial encantadora, tradiciones vivas y una gastronomía de renombre internacional, y es ideal para quienes buscan una escapada auténtica y llena de sabor.
A menos de cuatro horas de Morelia, Cotija se presenta como un refugio para el viajero que desea desconectarse del bullicio urbano y reconectar con la esencia de los pueblos michoacanos. Sus tejados rojos, calles empedradas y ambiente sereno invitan a recorrerlo sin prisa, disfrutando cada rincón como si el tiempo se detuviera. La cercanía con el lago de Chapala y su entorno privilegiado lo convierten en un paraíso para el ecoturismo: senderismo, ciclismo de montaña y observación de aves son solo algunas de las actividades que se pueden disfrutar bajo un cielo limpio y un clima templado.
El corazón de Cotija late en su Centro Histórico, donde jardines bien cuidados y una cálida hospitalidad reciben a los visitantes. Este espacio es también el epicentro de celebraciones religiosas y populares que llenan de vida al pueblo, como la Feria de la Tostada en septiembre y la Feria del Queso en diciembre, dos eventos que combinan música, tradición y sabores únicos. La parroquia de Nuestra Señora del Popolo, con su imponente fachada colonial, domina el paisaje y ofrece un remanso de paz. Su interior, adornado con altares detalladamente ornamentados, es testimonio de la profunda espiritualidad que caracteriza a la comunidad.
Cotija es mundialmente conocido por su queso, un producto artesanal con denominación de origen que garantiza su autenticidad y calidad
Este queso, de corteza firme y sabor intenso, se elabora desde hace más de 400 años en las rancherías cercanas, durante la temporada de lluvias, y se deja madurar por al menos tres meses. Su prestigio lo ha convertido en uno de los quesos más finos de México, y su sabor es capaz de contar la historia de generaciones enteras.
La experiencia culinaria en Cotija va más allá del queso. El mole de chocolate, el mezcal artesanal, el chocolate Cotija, los dulces de cocada, las galletas pícaros y el pan aguacata son parte de una herencia gastronómica que fusiona raíces indígenas con influencias europeas, reflejo de una población que desciende de españoles, italianos y franceses. Cada bocado es una invitación a explorar la historia y el mestizaje cultural que define a este pueblo.
Los artesanos de Cotija también merecen reconocimiento. Con manos expertas y pasión por sus raíces, elaboran piezas de talabartería, orfebrería y tejidos tradicionales que capturan la esencia del lugar. Llevarse una de estas creaciones es como guardar un fragmento del alma de Cotija, un recuerdo tangible de su belleza y autenticidad.
Cotija no es solo un destino turístico, es una experiencia sensorial y emocional que enamora a quien lo visita. Cada calle narra una historia, cada sabor despierta memorias, y cada encuentro con su gente deja huella. Es, como muchos lo llaman, el alma de México.
Y si aún necesitas otro motivo para visitarlo, aquí va uno más: las raíces del legendario comediante Mario Moreno “Cantinflas” están en Cotija. Aunque nació en la Ciudad de México el 12 de agosto de 1911, él mismo se asumía como michoacano, pues su familia era originaria de este pueblo. En una entrevista con Jacobo Zabludovsky en 1967, Cantinflas compartió: “Toda mi familia por parte de mi madre es de Michoacán, es de Cotija de la Paz, entonces muchos hermanos míos nacieron allá, y en un viajecito que vino mi mamá (a Ciudad de México), pues yo nací acá”.
Cotija te espera con los brazos abiertos, con su historia viva, su sabor inconfundible y su paisaje que parece sacado de un sueño. ¿Estás listo para descubrirlo?
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